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lara b

2023-08-19

El viajazo familiar Ha sido una pasada de viaje. Me daba un poco de miedo viajar a Marruecos y al Sáhara con mis padres que ya son mayores, pero la verdad es que hemos estado todos muy cuidados todo el tiempo. Nuestro guía, Abdó, es un amor, siempre pendiente de todo el mundo y de lo que podamos necesitar. Nos recogió en el aeropuerto y desde ése mismo instante comenzó la aventura. Lo primero que hicimos, tras dejar las maletas, fue ir a darnos un hamman en un lugar tradicional que Abdó nos recomendó. Me resultó maravilloso ver a los niños imitando a sus mamás y lavándose unos a otros. Nos quedamos como nuevos para empezar a explorar. Después de ésto tomamos una rica tangía en la plaza djema el fna y a dormir. A la mañana siguiente hicimos un poco de turismo por la Medina y visitamos el Palace Bahía para terminar probando un riquísimo menú degustación en un bonito restaurante dónde mi padre pudo darse el capricho de tomar una cerveza. Por la tarde, nos sorprendió con una excursión a Ourika, dónde hicimos un picnic y tomamos el té en mesas dentro del río. Un lugar maravilloso. Al día siguiente fuimos de excursión a Essaouira, disfrutando por el camino de maravillosas vistas, como las cabras en los árboles de argán y de la visita a una cooperativa de mujeres que realizan el aceite de argán de manera artesanal. Disfrutamos de un paseo por ésa preciosa ciudad y del pescado fresco del puerto, para ir a pasar la noche al tranquilo pueblito pesquero de Imsouane. Allí nos quedamos 2 noches disfrutando de la amplia playa, el fresquito del clima y la paz del lugar. Abandonamos Imsouane para dirigirnos a Taghazout, parando por el camino a descubrir lugares maravillosos, como una cueva creada por el agua entre dunas, un campamento bereber dónde las mujeres recogían mejillones y los secaban al sol (muy ricos por cierto), o la preciosa playa de Tamri. A mi madre le encantó ver por el camino un montón de coches cafetería. En Taghazout permanecimos 3 noches, disfrutando de los tés en la playa, el pescado fresco comprado directamente a los pescadores y cocinado en los restaurantes de la zona y excursiones a playas desiertas dónde Abdó nos deleitó con pescado asado, ensalada, fruta... Además, la playa de Taghazout ofrece un montón de actividades. Fue genial ver a mi padre disfrutar como un chaval jugando al fútbol con los chavales o montando con Abdó en moto de agua. Hicieron los dos muy buena relación, mi padre parecía rejuvenecido. La verdad es que Abdó fue muy tierno y paciente con él todo el viaje. De Taghazout fuimos a Agadir para recoger a mi hermano en el aeropuerto, pero antes de éso nos dió tiempo a visitar Croco Park y el Teleférico, además de tomar un café en la marina. Terminamos la noche cenando en un divertido restaurante del paseo marítimo con música en vivo. La mañana siguiente emprendimos camino a Mirleft, un lugar ideal con playas paradisíacas, llenas de cuevas que aparecen y desaparecen con las mareas. Por el camino pudimos ver varios animales, como ardillas y zorros, así como vistas sorprendentes. El día siguiente, camino a Tan Tan, Abdó le dió el capricho a mi padre de visitar Sidi Ibni, dónde, más de 60 años atrás, su hermano mayor hizo la mili. Aún se aprecia la presencia española en ésa ciudad en la arquitectura, que recuerda a las Islas Canarias. En el camino a Tan Tan vimos también cosas preciosas, tomamos té en una tienda nómada, e hicimos un montón de paradas. Al llegar a Tan Tan, la familia de Abdó nos estaba esperando para comer un delicioso tagin. Fueron muy hospitalarios y disfrutamos mucho del tiempo compartido. Al llegar a Tan Tan, notamos un fuerte cambio en la arquitectura, con sus amplias calles centrales y las casas y edificios de adobe. Se sentía como un aire fresco después del bullicio de las abarrotadas y estrechas calles de las ciudades marroquíes. En Tan Tan se realiza el famoso Musee de los nómadas, patrimonio de la UNESCO. Nos quedamos con ganas de verlo ya que no coincidió con la fecha. Aunque sí pudimos disfrutar del puerto pesquero y de excursiones a playas desiertas. Desde Tan Tan nos adentramos, dejando la costa hacia Tata. Por el camino visitam GCos Gelmin, vimos rebaños de camellos, burros salvajes, tomamos leche de cabra recién ordeñada y visitamos a una familia muy acogedora que nos dejó descansar a la sombra en su preciosa tierra, regalándonos granadas recién cogidas de sus árboles y compartiendo con nosotros un delicioso té. La hospitalidad de la gente en el Sáhara no deja de sorprenderme. Además visitamos un manantial alrededor del cual se desarrolla una exuberante vegetación y un bonito pueblo. Llegamos a Tata de noche y agotados, con mucho calor pero felices de todo lo vivido en el camino. Por suerte teníamos un alojamiento con aire acondicionado, aunque algunos preferimos dormir en una duna bajo las estrellas y fue una gran decisión porque pudimos observar a un zorro del desierto muy descarado. La mañana siguiente nos adentramos con el 4x4 en los caminos del desierto y ésto fue de lo mejor que hemos vivido. Paramos en varios pozos, vimos burros salvajes, camellos, cabras, lagartos, cogimos frutos de un árbol que se ponen en el té y, lo mejor de todo, mi padre y mi hermano disfrutaron como niños conduciendo entre las dunas. Mi madre y yo no lo disfrutamos tanto como ellos, íbamos un poco tensas, sobre todo después de que mi padre, a sus 76 años, hiciera volar el coche en la primera duna. Aunque él está orgullosísimo de este vuelo y anda presumiendo por todas partes. Además pudimos presenciar algo mágico, se puso a llover, en agosto, en el desierto del Sáhara!!!! A medio día y ya más relajadas con Abdó al volante, llegamos a un precioso oasis en medio del desierto, donde Mohamed (padre de Abdó) y Hammad (hermano de Abdó) nos recibieron con la mesa puesta para comer unos espaguetis que nos supieron a gloria. Dormimos una reparadora siesta de la cual despertamos con el sonido de las ranas, a tiempo para poder ver el atardecer en las dunas de Chagaga. Antes de partir de ése oasis de fantasía, rodeados de cabras, burros salvajes, preciosas aves e insectos extraños, el cielo nos regaló de nuevo su lluvia. Qué momento más mágico. Subimos caminando a una alta duna para ver el atardecer, pero estaba nublado. Al bajar de la duna nos esperaban los camellos para acompañarnos al lugar dónde Mohamed y Hammad ya estaban preparando el té y la cena ( harira y tagin de pollo). Tras una tranquila cena bajo las estrellas, donde pudimos compartir con algún que otro gato del desierto, todos, incluso los camellos, nos fuimos a dormir. Nos prepararon unas camas preciosas sobre las dunas, desde las que pudimos observar la salida del sol antes de un copioso desayuno. Por la mañana, a pesar del sofocante calor, pudimos realizar un poco del treking. Yo ya había realizado esta experiencia en invierno y me resultó maravillosa. Mi familia tenía muchas ganas de vivirlo y, aunque esta época del año no es la más indicada por el calor, Abdó se organizó con su familia para que pudiéramos hacer una pequeña excursión caminando y con los camellos, ayudados por los coches. Es lo bueno de esta familia, que son flexibles para adaptarse a lo que se necesite. A medio día nos esperaba la comida en una amplia sombra cerca de un pozo. Después de comer y descansar un poco nos dirigimos en coche a Mhamed, dónde la piscina de un precioso albergue con aire acondicionado nos estaba llamando a gritos. Tras descansar un rato y disfrutar del reconfortante baño, Abdó vino a buscarnos para más sorpresas, visita al pueblito casi desabitado, a la casa y las tierras de su tío y para culminar, cena en casa de su familia. Una familia entrañable con la que nos sentimos muy cómodos. Por la noche, algunos nos quedamos enganchados a dormir en las dunas. Por la mañana, tras empaparnos del ambiente de Mhamed, emprendimos camino a Ouarzazat. Por el camino pudimos ver el desolador panorama de palmerales secos y pueblos desabitados a causa de la presa hidroeléctrica que corta el río Dra en Ouarzazat y no permite a sus abundantes aguas regar los kilómetros y kilómetros de palmerales ni llegar a los pueblos del Sáhara. Paramos en Zagora para visitar un pueblo que trabaja como cooperativa en la cerámica. Al atardecer llegamos a un pueblo bereber en la montaña, cerca de Ouarzazat. Un lugar muy bonito, con rocas impresionantes y el río que aporta frescor. Pudimos disfrutar de un paseo por el centro de Ouarzazat antes de llegar a la cena. Por la mañana, nos encaminamos de vuelta a Marrakech, visitando los estudios de televisión y la casbah de Ait Ben Hadu, y disfrutamos de maravillosas panorámicas atravesando el Atlas. Llegamos a Marrakech por la tarde, con tiempo suficiente para disfrutar de un café antes de ir al aeropuerto, donde nos despedimos de Abdó tremendamente agradecidos por la experiencia vivida. Se lo recomiendo a todo el mundo.

Go kW si J

2023-08-16

Tour to the Sahara desert Tout simplement en fait une bonne moment à Sahara i l'y des gens très gentils, et aussi j regarde un vie très simple , finalement je suis très heureux au visite Sahara de mhamid el ghizlan

Ángeles L

2023-08-11

Muy buena experiencia en Marruecos Ha sido la estancia muy agradable el día ha sido muy bajo nos ha cuidado mucho y ha estado muy pendiente de nosotros me ha gustado mucho todo lo que he visto y lo que hemos recorrido cosas que a lo mejor no hubiéramos podido ver si no hubiéramos venido con él el desierto ha estado muy bien es muy interesante y nos han atendido muy bien en los días que hemos estado en el desierto durmiendo y comiendo muy bien todo muy bien

Jose

Maravillosa experiencia en el desierto El trecking por el desierto fue maravilloso a pesar del calor durante el verano. También nos llevó a lugares preciosos a lo largo de la costa Nuestro guía Abdu conoce los mejores lugares, poco turísticos e inexplorados. Además es muy simpático y servicial y nos ha hecho sentir muy cuidados todo el viaje

Amghdrea

2023-07-17

Nomad camp La experiencia es increíble, lo más auténtico que hemos vivido en marruecos y la gente es maravillosa.

Jonas L

2023-07-03

Once in a lifetime I had an amazing time on a dunes travel tour with incredible canyons, beautiful waterfalls and the ever-going sandy dunes. I was completely blown away by the hidden waterfalls we discovered in the middle of the desert. Our guide ,Abdo, was fantastic - he knew so much about the area and made sure everything went smoothly. The tour in general was well-organized, allowing us to fully enjoy the stunning scenery. It exceeded all my expectations and created memories that will last a lifetime. I highly recommend this tour if you want to experience the natural beauty of dunes and canyons. Still hoping to return one day.

Esther R

2023-06-21

100% recomendable Me pareció increíble, una experiencia para desconectar. El desierto me sorprendió muchísimo por la tranquilidad y la.paz que da. Abdou es súper amable y atento, estuvo todo el viaje pendiente de nosotros.

Amelia L

2023-06-20

Ganas de volver Una magnífica experiencia, sentir La Paz y la desconexión que te produce estar allí.Muy bien organizado y gente muy amable.

Luuk H

2023-06-17

Ouzoud Cascades Visit to Ouzoud Cascades. Was very good and very beautiful. Everything was very well organized. Guide spoke 3 languages.

Manonk

2023-06-15

Professional Very nice and professional touring guide! Just started but already very nice tours available. Wonderful.